Fortalecimiento de la gobernanza comunitaria para el desarrollo rural sostenible

Las comunidades Kichwa de Atacapi y Muyuna han demostrado un fuerte compromiso con su territorio y su autodeterminación. Conscientes de que el desarrollo rural sostenible no se impone, sino que se construye con participación real, estas comunidades decidieron fortalecer su voz en los espacios de toma de decisiones.

Desde Ecosistemas en Acción, impulsamos el proyecto “Fortalecimiento de la gobernanza comunitaria para el desarrollo rural sostenible” para acompañar este proceso. El objetivo fue claro: promover la participación ciudadana, fortalecer las capacidades locales en control social y abrir caminos para que Atacapi y Muyuna incidan activamente en la planificación territorial, especialmente en la actualización del PDOT 2025–2029.

Durante el proyecto, creamos dos escuelas comunitarias de participación ciudadana en Atacapi y Muyuna, donde 25 personas,, en su mayoría mujeres, se formaron en gobernanza local, veeduría ciudadana y derechos colectivos. Con apoyo del Consejo de Participación Ciudadana y fundaciones aliadas, desarrollamos talleres prácticos y encuentros intercomunitarios con 20 comunidades de la parroquia Muyuna.

Uno de los mayores logros fue la socialización e implementación del mecanismo de la Silla Vacía, una herramienta legal que permite a las comunidades tener voz y voto en los procesos de planificación del territorio. Se eligieron 4 representantes comunitarios (3 hombres y 1 mujer), quienes recibieron capacitaciones para participar activamente en la actualización del PDOT 2025–2029. Este proceso fortaleció la incidencia comunitaria y abrió nuevas oportunidades de diálogo con el GAD parroquial.

Este proyecto dejó huellas profundas: comunidades más informadas, organizadas y dispuestas a ejercer sus derechos. La apropiación del PDOT como herramienta de desarrollo, la articulación con instituciones estatales, y la experiencia directa con mecanismos como la Silla Vacía marcaron un antes y un después en la participación comunitaria.

No fue un camino fácil. Enfrentamos cortes de luz, respuestas institucionales tardías y conflictos de interés, pero también aprendimos que la flexibilidad, la cultura local y la persistencia son claves para sostener los procesos. Hoy, Atacapi y Muyuna cuentan con líderes formados, alianzas estratégicas y un nuevo horizonte: incidir activamente en el desarrollo rural sostenible de su territorio desde sus propias voces.

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